El mulesing es una práctica que consiste en cortar o arrancar la piel de la región abdominal de las ovejas con el fin de evitar la infección por la miasis. Esta práctica se lleva a cabo principalmente en Australia, donde se produce la mayor parte de la lana merino del mundo.
El mulesing se realiza para prevenir la miasis, una infección causada por larvas de insectos que se alimentan de la carne viva de los animales. La miasis es más común en áreas donde la piel está dañada o expuesta, como las heridas, las quemaduras o el mulesing. Las larvas de insectos pueden introducirse en las áreas expuestas por el mulesing y causar infecciones graves que pueden poner en peligro la vida de las ovejas.
Otro efecto negativo del mulesing es que puede reducir la protección natural de las ovejas y aumentar su estrés y su vulnerabilidad a otros factores ambientales, como el frío o el calor.
El mulesing ha sido objeto de controversia debido a que puede causar dolor y sufrimiento a las ovejas y ha sido criticado por algunas organizaciones defensoras de los derechos animales y grupos ambientales. Algunos productores de lana han adoptado alternativas más sostenibles y respetuosas con los animales, como el uso de productos químicos para repeler a los insectos o el uso de razas de ovejas con menor predisposición a la miasis.
Una noticia que puede ser relevante es la publicada en el año 2021 por la organización defensora de los derechos animales PETA (People for the Ethical Treatment of Animals, en inglés), en la que se denuncia el sufrimiento de las ovejas durante el mulesing y se llama a la industria de la lana a adoptar alternativas más sostenibles y respetuosas con los animales.
En la noticia, PETA señala que el mulesing es una práctica dolorosa y que deja a las ovejas expuestas a infecciones y otros riesgos. Además, la organización denuncia que algunas empresas de lana han utilizado el mulesing como justificación para exportar a países donde no existen leyes que protejan a los animales. PETA llama a la industria de la lana a adoptar alternativas más sostenibles y respetuosas con los animales, como el uso de productos químicos para repeler a los insectos o el uso de razas de ovejas con menor predisposición a la miasis.
Otra noticia que puede ser relevante es la publicada en el año 2020 por la BBC, en la que se informa de que la compañía de ropa deportiva Patagonia ha anunciado que no utilizará más lana merino procedente de Australia debido a la práctica del mulesing.
En la noticia, Patagonia señala que ha decidido dejar de utilizar lana merino procedente de Australia debido a que esta práctica es inhumana y dañina para los animales. La compañía también ha anunciado que trabajará con sus proveedores y con organizaciones defensoras de los derechos animales para encontrar alternativas más sostenibles y respetuosas con los animales para sus productos de lana.
Esta noticia es relevante porque muestra cómo algunas empresas están tomando medidas para evitar la práctica del mulesing y para promover la sostenibilidad y el respeto por los derechos animales en la producción de lana merino. También es un ejemplo de cómo la demanda de los consumidores y la presión de las empresas pueden contribuir a cambiar las prácticas de producción y a promover una mayor sostenibilidad y responsabilidad en la industria de la lana.
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